Parece un truco de feria o una historia de campo contada al pasar, pero es real: si se coloca a una gallina con la cabeza hacia el suelo y se dibuja una línea recta desde su pico hacia adelante, el animal puede quedar completamente inmóvil, como si estuviera hipnotizado. Sin moverse, sin responder, sin hacer el menor intento por salir de ese estado. Lo más sorprendente es que, al borrar esa línea, la gallina vuelve a la acción con un salto o un picotazo, como si despertara de un sueño profundo.
Este fenómeno, que ha circulado durante años como una curiosidad rural, tiene una base científica y se conoce como inmovilidad tónica, un reflejo natural de defensa que presentan varias especies animales. Lejos de ser una forma de “hipnosis”, este estado es una reacción del sistema nervioso ante estímulos extremos o confusos. En el caso de las gallinas, la línea funciona como un punto fijo que sobrecarga su atención visual. Incapaz de procesar esa señal, el cerebro del ave entra en una especie de pausa automática, una parálisis momentánea que se activa como respuesta de supervivencia.
La inmovilidad tónica ha sido documentada también en conejos, ratones, peces y reptiles. Se trata de un comportamiento que, evolutivamente, habría ayudado a algunas especies a evitar ser detectadas por depredadores al quedarse completamente quietas. En las gallinas, este reflejo se puede inducir de forma sencilla y sin causarles daño, lo que lo ha convertido en una curiosidad popular en entornos rurales y en redes sociales, donde circulan videos que muestran el efecto en acción.
Aunque resulte divertido o hasta asombroso, lo cierto es que este comportamiento también ofrece pistas valiosas sobre cómo funciona el sistema nervioso animal ante el estrés o los estímulos sensoriales intensos. Para muchos científicos, entender estos mecanismos ayuda a mejorar el bienestar animal y a profundizar en el estudio del comportamiento instintivo.
Así que no, no se trata de un hechizo ni de una técnica misteriosa. La “hipnosis de la gallina” es, simplemente, una de esas pequeñas rarezas de la naturaleza que siguen demostrando que incluso los animales más comunes esconden secretos fascinantes.