El universo del jazz despide con tristeza a una de sus figuras más queridas: Chuck Mangione, trompetista, compositor y símbolo de una era musical, falleció el martes 22 de julio a los 84 años mientras dormía pacíficamente en su hogar, según confirmó su familia.
Mangione no solo fue un virtuoso del fliscorno, sino también un alma vibrante que llevó alegría, esperanza y elegancia a través de su música. Su tema “Feels So Good” no solo conquistó las listas en 1978, sino también los corazones de millones de oyentes en todo el mundo. Su sonido, a medio camino entre el jazz tradicional y el pop contemporáneo, definió una época y sigue siendo una fuente de inspiración para músicos de todos los géneros.
Ganador de dos premios Grammy en 1977 por Bellavia y en 1979 por Children of Sanchez, Mangione fue un puente entre lo académico y lo popular, entre la improvisación y la melodía. También fue el autor de piezas icónicas para los Juegos Olímpicos de 1976 y 1980, llevando su música a escenarios globales.
Más allá de los premios y los aplausos, Mangione será recordado por su calidez, su humildad y su contagioso entusiasmo por la vida. Su aparición como sí mismo en la serie King of the Hill reveló una faceta entrañable de su personalidad: la de un artista que sabía reír, que se sabía querido, y que entendía que la música, como la vida, es tanto para tocar como para compartir.
Hoy, el mundo del jazz llora su partida, pero también celebra su legado. Su música sigue sonando en estaciones de radio, en vinilos polvorientos, en playlists de generaciones jóvenes que aún descubren su magia. Chuck Mangione no se ha ido del todo. Su sonido sigue aquí, lleno de emoción, suavidad y vuelo.