Este jueves 24 de julio, Camboya lanzó cohetes RM-70 contra aldeas fronterizas de Tailandia, dejando al menos 20 muertos, la mayoría civiles. El ataque ocurrió sin previo aviso, afectando hospitales, viviendas y escuelas en la provincia de Surin.
En respuesta, Tailandia envió cazas F-16 y bombardeó posiciones militares camboyanas. Se ordenó la evacuación de más de 40.000 personas y se cerró toda la frontera.
Ambos países se culpan mutuamente. Mientras tanto, el mundo mira con preocupación una escalada militar que podría salirse de control.