Parece que Javier “Chicharito” Hernández cambió de delantero estrella a centro de la polémica. El ídolo de Chivas encendió las redes (y no precisamente por sus goles) tras lanzar unas declaraciones que, para muchos, parecían sacadas de una telenovela de los años 50: sugirió que las mujeres deberían dejarse “liderar por un hombre” y asumir roles tradicionales en el hogar. Sí, leíste bien.
La respuesta fue tan rápida como un contragolpe de último minuto. Colectivos, medios, fans, y hasta figuras del gobierno reaccionaron con críticas contundentes. La presidenta Claudia Sheinbaum no se contuvo: calificó sus palabras de “muy machistas”, y le recomendó “aprender” sobre igualdad de género. A eso súmale que la Secretaría de las Mujeres las tildó de sexistas, machistas y, cómo no, misóginas.
¿Y qué hizo Chicharito? Salió a dar la cara (virtualmente, claro). A través de un mensaje en sus redes, se disculpó diciendo que su intención no era “limitar, herir ni dividir” y que está comprometido a reflexionar. Aseguró estar en “un proceso de crecimiento”, lo cual esperamos no se refiera solo a su carrera futbolística.
La FMF no se quedó atrás: abrió una investigación, lo sancionó económicamente y lo puso en advertencia por promover estereotipos de género. Y su club, Chivas, quiso desmarcarse: declaró que esas opiniones son “personales” y que ya aplicó medidas internas.
Chicharito aprendió que los goles en contra no solo duelen en la cancha, y que en 2025, las declaraciones retrógradas ya no se celebran como antes. ¿Le creemos? El tiempo y sus próximos comentarios lo dirán.