Derivado de un trágico accidente en el que un adolescente perdió la vida en el cuerpo de agua Barra de Santa Ana, en el municipio de Lázaro Cárdenas, Michoacán, la Profepa hace un atento llamado a la ciudadanía a extremar precauciones cuando se encuentren cerca de cuerpos de agua, especialmente en zonas donde hay avistamiento de cocodrilos.
Asimismo, pide intervenir lo menos posible en los procesos naturales de los ejemplares de vida silvestre, ya que se puede afectar su comportamiento. También, llama a no alimentarlos pues esto les genera dependencia y puede causar daños colaterales a las especies, los ecosistemas y las personas.
Las especies de cocodrilos distribuidas en el país se encuentran listadas en la NOM‑059‑SEMARNAT-2010, lo que significa que sus poblaciones podrían llegar a encontrarse amenazadas por factores que inciden negativamente en su viabilidad.
En el estero Barra de Santa Ana predominan dos especies: cocodrilo de pantano o cocodrilo mexicano, Crocodylus moreletii y cocodrilo americano o cocodrilo de río, Crocodylus Acutus.
La Profepa continúa coadyuvando interinstitucionalmente para evitar nuevos acontecimientos lamentables como el ocurrido el pasado 18 de julio, cuando un adolescente cayó accidentalmente al cuerpo de agua de Barra de Santa Ana donde había cocodrilos. Hasta el momento se tiene conocimiento de que no hay rastros del menor y la búsqueda continúa.
En la búsqueda han participado: la familia del joven, una comisión del estado de Guanajuato (de donde es originario el menor), la Fiscalía General de Michoacán, la Guardia Civil, la Secretaría de Marina, la Secretaría de la Defensa Nacional, Seguridad Pública del municipio de Lázaro Cárdenas, Protección Civil estatal, salvavidas municipales y la Profepa, que ha dado apoyo y recomendaciones durante la búsqueda para la prevención de daños innecesarios a los ejemplares de cocodrilos.