El Mar Argentino se ha convertido en el escenario de una de las investigaciones científicas más impactantes de los últimos años. Desde el 23 de julio, un equipo de especialistas del CONICET, en colaboración con el Schmidt Ocean Institute de Estados Unidos, lleva adelante una expedición inédita en el Cañón Submarino de Mar del Plata, transmitiendo en vivo cada hallazgo a bordo del buque oceanográfico Falkor (too).
Gracias a la tecnología del vehículo submarino ROV SuBastian, capaz de descender hasta 3.900 metros de profundidad, se han captado imágenes en ultra alta definición que revelan la riqueza y fragilidad de este ecosistema poco explorado. En apenas unos días, los científicos han registrado más de 120 especies, entre ellas corales de aguas frías, rayas de profundidad, esponjas carnívoras y una anguila nunca antes vista en esta parte del Atlántico. Sin embargo, también se han encontrado alarmantes cantidades de basura y microplásticos en el fondo marino, lo que pone en evidencia el impacto humano en un entorno hasta ahora oculto.
La expedición, que continuará hasta el 10 de agosto, no solo tiene valor científico sino también social: las transmisiones en vivo han reunido a decenas de miles de espectadores, superando incluso la audiencia de varios canales de televisión. Este interés masivo refuerza la importancia de la iniciativa, que busca sentar las bases para la creación de la primera Área Marina Protegida en el Cañón de Mar del Plata, con el fin de resguardar su biodiversidad y restringir la pesca de arrastre en la zona.
Más allá de la emoción viral que han generado las imágenes —incluida una frase espontánea de una investigadora que ya circula como meme en redes—, la expedición representa un paso decisivo para la ciencia marina argentina y una oportunidad única para concientizar sobre la necesidad urgente de cuidar los océanos.