La naturaleza muestra su fuerza sin filtros en el corazón del Himalaya.
El estado norteño de Himachal Pradesh, famoso por sus paisajes serenos, templos antiguos y valles cubiertos de niebla, enfrenta una de las peores fases del monzón en los últimos años. En el distrito de Mandi, las lluvias intensas continúan sin descanso, agravando una situación ya crítica.
Deslizamientos de tierra que arrasan carreteras, ríos desbordados que transforman caminos en corrientes salvajes, y zonas enteras que han quedado completamente aisladas. Las montañas, usualmente símbolo de paz y estabilidad, ahora parecen estar en movimiento.
Las autoridades han emitido alertas rojas en varias zonas del estado y se han desplegado equipos de rescate por aire y tierra. El acceso a muchas aldeas está cortado, y miles de personas han sido evacuadas ante el riesgo inminente de nuevos derrumbes e inundaciones.
La escena es tan peligrosa como asombrosa. La montaña, viva y despierta, impone su poder de forma abrumadora, recordando que la naturaleza, además de ser bella, es profundamente impredecible.
El pronóstico indica que las lluvias continuarán al menos durante las próximas 48 horas. Mientras tanto, las autoridades piden a la población mantenerse en lugares seguros y evitar cualquier desplazamiento innecesario.