Si alguna vez pensaste que los conejos solo eran criaturas adorables y tiernas, quizás quieras reconsiderar tu perspectiva. El virus del papiloma de Shope, un pariente lejano de otros virus del papiloma que afectan a los humanos, ha estado haciendo de las suyas en los conejos en los Estados Unidos. Pero, antes de que empieces a imaginarte conejos con tentáculos listos para invadir el mundo, déjame aclarar algo: no son tentáculos lo que están desarrollando, sino crecimientos queratinosos en sus rostros. Es decir, unas protuberancias que parecen un par de cuernitos extraños, pero definitivamente nada que te haga pensar en criaturas de otro planeta.

Este virus, que se transmite principalmente por vectores como las garrapatas, es un mal que afecta a los leporidos, como conejos y liebres, pero no tiene absolutamente nada que ver con los humanos ni con especies no relacionadas. Así que, si tenías planes de comprar un conejo con “poderes mutantes” como mascota, siento decepcionarte: no es un alienigena ni tiene superpoderes no hay riesgo para los seres humanos.
Aunque la visión de conejos con pequeñas protuberancias podría parecer sacada de una película de terror para niños, no hay razón para alarmarse. Este fenómeno es bastante conocido y se mantiene limitado a los conejos, sin representar ningún tipo de amenaza zoonótica. Así que puedes seguir abrazando a tu conejo sin temor a que se convierta en el próximo Spider-Man.
En resumen, los conejos no están mutando en seres extraños con tentáculos, sino simplemente desarrollando una serie de crecimientos benignos en su piel por culpa de un virus. Una advertencia para los más curiosos: no todos los virus son tan emocionantes como parecen en los titulares, y esta “invasión de conejos mutantes” está lejos de ser el próximo gran apocalipsis animal.