Un fuerte terremoto de magnitud 6,0 sacudió la noche del domingo el este de Afganistán, dejando un saldo trágico de al menos 800 personas fallecidas y unos 2.500 heridos, según cifras oficiales proporcionadas este lunes por el gobierno de facto talibán.
El sismo tuvo lugar en una región montañosa y de difícil acceso, lo que ha complicado las tareas de rescate. Las provincias más afectadas incluyen Paktika y Khost, donde cientos de viviendas se derrumbaron, atrapando a familias bajo los escombros.
Las autoridades temen que el número de víctimas aumente en las próximas horas, ya que continúan las labores de búsqueda y rescate en zonas remotas.
Organismos internacionales han comenzado a coordinar ayuda humanitaria, mientras que la población local colabora con medios limitados para auxiliar a los damnificados.
Afganistán, una región de alta actividad sísmica, ha sufrido en años recientes varios terremotos devastadores, agravados por la precaria infraestructura y la limitada capacidad de respuesta ante emergencias.