Sergio Ángel Soriano, policía de la Ciudad de México, volvió a estar en boca de todos luego de la explosión de una pipa de gas en Iztapalapa.
El uniformado ya era conocido desde 2015, cuando se ganó el reconocimiento público por devolver más de 42 mil pesos que encontró en Polanco. En aquel momento dijo que lo hacía por principios y porque “nunca ha tomado lo que no es suyo”.
Ahora su nombre reaparece tras cargar en brazos a Jazmín, una niña de dos años que sobrevivió gracias al sacrificio de su abuelita, Alicia Matías, quien la cubrió con su cuerpo durante la explosión y lamentablemente después perdió la vida por las quemaduras.
Sergio fue uno de los primeros en reaccionar, ayudando a trasladar a la pequeña para que recibiera atención médica. Las imágenes de ese momento rápidamente se difundieron en redes sociales y lo convirtieron otra vez en tendencia.
Aunque muchos lo llaman héroe, él asegura que solo estaba haciendo su trabajo.