#SEGUIMIENTO #VIDEOS || Exigen justicia para “Papayita”: marchas y protestas en Torreón tras su muerte por una “broma” en el trabajo

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Torreón, Coahuila. — La muerte de Carlos Gurrola Arguijo, conocido cariñosamente como “Papayita”, ha desatado una ola de indignación social que no cesa. El trabajador de limpieza de 47 años falleció el 18 de septiembre tras agonizar 19 días por haber ingerido accidentalmente desengrasante industrial colocado en su botella de electrolitos, supuestamente como una “broma” de sus compañeros en la sucursal HEB Senderos.

Desde entonces, familiares, vecinos y colectivos han salido a las calles para exigir justicia. Con pancartas y el hashtag #JusticiaParaPapayita, los manifestantes han realizado marchas y bloqueos en Torreón. El pasado domingo caminaron desde el ejido La Concha hasta la tienda donde ocurrió el hecho, exigiendo que se entreguen las grabaciones de las cámaras de seguridad que podrían esclarecer lo sucedido. Incluso se realizaron cierres simbólicos en la carretera Torreón-San Pedro como parte de la protesta.

Los inconformes también denunciaron que Gurrola era víctima constante de acoso laboral: le escondían sus pertenencias, le robaban la comida, le ponchaban las llantas de su bicicleta y lo amenazaban con despedirlo. Para la familia, su muerte fue la culminación de años de violencia disfrazada de “bromas”.

Ante la presión social, HEB México emitió un comunicado en el que lamentó la pérdida y aseguró que colaborará con la Fiscalía de Coahuila en la investigación, además de revisar sus protocolos internos. Por su parte, Rocasa, la contratista de limpieza para la que laboraba Gurrola, negó que existiera dolo en el hecho y pidió no difundir información no confirmada, aunque admitió que el trabajador era apreciado dentro de la plantilla.

La Fiscalía General del Estado de Coahuila mantiene abierta una carpeta de investigación por homicidio calificado y ya sostuvo reuniones con los familiares, quienes exigen acceso a los videos de seguridad y sanciones ejemplares para los responsables.

Mientras tanto, en redes sociales y en las calles, el caso de “Papayita” se ha convertido en símbolo de una lucha más amplia contra el acoso laboral en México. Las manifestaciones dejan claro un mensaje: la violencia disfrazada de juego también mata, y el silencio cómplice ya no es opción.