Godoy en silencio; Morena fuerza la unidad.

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STAFF/ GRUPO MARMOR

Morelia, Mich.- Las acusaciones directas y sostenidas del alcalde e Uruapan, Carlos Manzo Rodríguez en contra del diputado federal de Morena, Leonel Godoy Rangel tiene un detonante: La sucesión gubernamental del 2027.

Y aunque en términos reales los tiempos electorales inician en el último tercio del 2026, en el contexto político de Michoacán los conatos verbales entre uno de los aspirantes por la vía independiente y alcalde de Uruapan, Carlos Manzo y la cúpula partidaria de Morena en la entidad, se han situado en un terreno escabroso e inhóspito que colocan la narrativa de la legitimidad y de la verdad del partido gobernante, en una delgada línea que compromete la estabilidad.


Al tiempo, que el diputado federal y ex gobernador de Michoacán, Leonel Godoy, guarda un cauteloso silencio ante las constantes acusaciones del edil uruapense, en cuanto a las acusaciones directas, el también ex gobernador opta por sostenerse hermético ante el alud de aseveraciones que, hasta el día de hoy, la esfera pública y política se llena con las apariciones desafiante de Manzo Rodríguez.


Morena y su dirigencia en Michoacán, se encuentra en una abierta disyuntiva, pues mientras Godoy Rangel es aliado protagónico de las aspiraciones a la gubernatura en Michoacán, del senador Raúl Morón Orozco, situado en un auto denominado bloque político, antagónico de las intenciones políticas y sucesorias del gobernador, Alfredo Ramírez Bedolla, quien promueve a golpe presupuestal las aspiraciones de las mujeres de Morena para sucederlo.


En una suerte de torbellinos políticos y de coyunturas circunstanciadas por el relevo de gobierno en el 2027, el alcalde de Uruapan, controvertido, polémico y desafiante, se encuentra situado en una privilegiada posición, pues mientras el oficialismo se somete a su verdad y narración por los temas de la inseguridad, en los hechos Carlos Manzo gana adeptos y terreno en medio de una tolvanera que se torna incierta e impredecible.