La búsqueda de la “foto perfecta” en escenarios extremos cobró una nueva víctima en China. Un alpinista de 32 años perdió la vida tras desatarse de su cuerda de seguridad en el monte Nama, parte del macizo del monte Gongga, en la provincia de Sichuan.
El accidente, ocurrido el 28 de septiembre de 2025 y captado en video, se viralizó rápidamente en redes sociales, reavivando el debate sobre los riesgos de las selfies en entornos de alta montaña y la importancia de respetar los protocolos de seguridad.
De acuerdo con Tribuna de la Bahía, el montañista —aún no identificado— se encontraba en una zona señalada como fuera de límites. En ese lugar decidió quitarse el arnés para tomarse una fotografía. En cuestión de segundos perdió el equilibrio y cayó por una pendiente helada.
La caída fue de más de 200 metros. El cuerpo fue localizado posteriormente a 5 300 metros de altitud, en un área de difícil acceso que requirió un complejo operativo de rescate.
Mientras que LaIguana.TV informó que el hombre intentaba tomar una foto de sus compañeros, otras fuentes sostienen que se trataba de una selfie.
El monte Nama, de 5 588 metros de altura, es conocido por su elevada dificultad técnica y sus cambiantes condiciones climáticas. Expertos señalan que este tipo de expediciones requieren amplia experiencia, aclimatación previa y equipo especializado (arnés, cuerdas y herramientas de hielo).
El hecho de que el accidente ocurriera en un área restringida subraya la peligrosidad de ignorar las normas establecidas para proteger a los excursionistas.
El video del incidente generó un fuerte impacto en redes sociales. Numerosos usuarios señalaron la imprudencia de romper protocolos de seguridad y criticaron la facilidad con la que personas sin experiencia acceden a rutas de alto riesgo.
Especialistas en alpinismo consultados por Tribuna de la Bahía recalcaron que las zonas prohibidas están delimitadas precisamente para evitar tragedias como esta y recordaron que cualquier descuido en altitudes extremas puede ser fatal.
Las autoridades locales mantienen abierta una investigación y, hasta ahora, no han revelado la identidad de la víctima.
El caso del monte Nama no es aislado. En distintas partes del mundo, la obsesión por capturar selfies extremas ha provocado múltiples muertes.
A inicios de este mes, la atleta rusa Elizaveta Gushchina, de 45 años, falleció en su cumpleaños tras resbalar al intentar tomarse una selfie luego de completar un salto de cuerda extremo. Subió de nuevo a la plataforma sin equipo de seguridad para lograr la foto… y terminó en una caída mortal.
Episodios como estos refuerzan las advertencias de los expertos: la búsqueda de la imagen perfecta puede convertirse en una apuesta letal, sobre todo en escenarios de alto riesgo donde un solo error cuesta la vida.