La profecía que alguna vez habría pronunciado la faraona Cleopatra podría finalmente cumplirse: sostenía que solo una mujer sería capaz de descubrir su lugar de descanso final.
Esa mujer podría ser Kathleen Martínez Berry, dominicana nacida en 1966, quien comenzó su carrera como abogada penalista, graduándose a los 19 años de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña. Su formación en Derecho le proporcionó disciplina, rigor analítico y una gran capacidad de investigación, herramientas que hoy aplica de manera excepcional en el campo de la arqueología.

Desde 2005, Martínez lidera investigaciones arqueológicas en Egipto, donde ha logrado hallazgos que han desafiado la historia oficial. Uno de los descubrimientos más relevantes es que Cleopatra no fue enterrada en Alejandría, como se creía, sino en un templo egipcio hasta ahora desconocido: Taposiris Magna, cuyo nombre significa “Gran tumba de Osiris”. Esta ciudad era un centro religioso importante y de comercio maritimo, hasta la fecha, solo faltaba encontrar el templo dedicado a la diosa Isis, un lugar que podría albergar los restos de la última faraona del Antiguo Egipto.
La combinación de su pasión, formación legal y visión científica ha convertido a Martínez en la primera mujer en acercarse a un hallazgo de tal magnitud, demostrando que la arqueología moderna no solo requiere conocimiento histórico, sino también un enfoque estratégico y analítico similar al de un investigador forense.
Mientras continúa su búsqueda, el mundo sigue atento a cada descubrimiento que podría revelar finalmente el misterio del lugar de descanso de Cleopatra y su historia junto a Marco Antonio el político romano del que estaba enamorada.