Cada 10 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental, una jornada dedicada a sensibilizar sobre la importancia de cuidar el bienestar emocional y a promover acciones para prevenir y atender los trastornos mentales. Este año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) centra su campaña en la relevancia de la salud mental en contextos de emergencia humanitaria. En paralelo, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) prioriza la salud mental de niños y adolescentes en las Américas, destacando la urgencia de atender sus necesidades emocionales.
La OMS señala que fenómenos como desastres naturales, conflictos o emergencias de salud pública generan niveles elevados de estrés y angustia, afectando a una de cada cinco personas. Ante ello, resulta fundamental ofrecer apoyo psicosocial para salvar vidas, fortalecer la capacidad de afrontamiento y facilitar la recuperación de comunidades enteras. Las intervenciones basadas en evidencia, junto con la participación comunitaria, son claves para garantizar una atención efectiva a corto y largo plazo.
Por su parte, la OPS subraya que atender la salud mental de la población infantil y adolescente es esencial, especialmente en contextos de crisis, para proteger su desarrollo y bienestar.
En años anteriores, la OMS ha destacado también la importancia de la salud mental en el ámbito laboral. Un entorno de trabajo seguro y respetuoso puede proteger la salud emocional, mientras que condiciones como el acoso, la discriminación o la falta de apoyo pueden afectar negativamente la calidad de vida y la productividad.



















