¡Hasta el pan se volvió un lujo! El precio del pan dulce se dispara hasta 38 pesos por pieza

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Lo que antes era un antojo barato para acompañar el café, hoy se ha convertido en un lujo: el precio del pan dulce ha alcanzado niveles históricos en varias ciudades de México, con conchas y otros productos que llegan hasta los 38 pesos por pieza, según reportó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

El Inegi reveló que el precio general del pan dulce se incrementó 7.10% en el último año, casi el doble de la inflación registrada entre septiembre de 2024 y el mismo mes de 2025. En panaderías de barrio, las conchas de vainilla o chocolate cuestan entre ocho y 12 pesos; en cadenas comerciales, el precio puede subir a 15 o 19 pesos, y en casos extremos alcanzar hasta 35 pesos por pieza. Algunas versiones especiales, con mantequilla y pasta de nuez, llegan a 38.5 pesos en establecimientos como La Esperanza.

¿Por qué subió tanto el precio?
De acuerdo con Juan Carlos Anaya Castellanos, director del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), el aumento del pan no se debe al trigo —cuyo precio bajó hasta 13% este año—, sino a factores externos: la inseguridad y los costos logísticos.

Anaya explicó que las extorsiones, robos y el cobro de “derecho de piso” a transportistas y panaderías incrementan el precio del pan hasta 15%. Además, los costos de flete, almacenamiento y combustibles suman más presión al precio final. “Por cada 10 pesos que pagas por una concha, cuernito, oreja o bolillo, 1.5 pesos se destinan a cubrir el impacto del crimen organizado”, precisó

Según el Inegi, los precios promedio de conchas más altos se registraron en:

  • Oaxaca: 35 pesos
  • Ciudad de México: 30 pesos
  • Mexicali: 19 pesos
  • Villahermosa: 19 pesos
  • Acapulco: 18.5 pesos
  • Culiacán: 18 pesos
  • Tampico: 17 pesos

En contraste, algunas panaderías ofrecen conchas pequeñas desde cuatro pesos, mientras que las medianas rondan entre ocho y 10 pesos.

El aumento del pan dulce evidencia cómo la inseguridad y los costos de logística impactan directamente el bolsillo de los consumidores, convirtiendo un alimento tradicional en un lujo cada vez más difícil de alcanzar para muchas familias.