Detectar el cáncer de mama a tiempo puede salvar vidas. Por ello, conocer tu cuerpo y realizar la autoexploración mamaria mensual es fundamental para identificar cualquier cambio anormal.
1. Observa
Frente al espejo, revisa la forma, el tamaño y la superficie de la piel de tus senos. Presta atención a hundimientos, inflamación, enrojecimiento, secreciones o ulceraciones.
Hazlo en tres posiciones distintas:
- Con los brazos a los lados.
- Con las manos detrás de la cabeza.
- Con las manos en la cintura y los hombros ligeramente hacia adelante.
2. Toca
Durante el baño o frente al espejo, palpa tus senos en busca de bolitas, zonas dolorosas, abultamientos o áreas con textura diferente.
De pie:
- Coloca la mano derecha en la nuca y con la mano izquierda examina el seno derecho.
- Palpa desde la parte superior, alrededor de toda la mama, y continúa hacia el centro.
- Revisa también la axila y presiona el pezón para verificar si hay salida anormal de líquido.
- Repite el procedimiento en el otro seno.
Acostada:
- Coloca una almohada o toalla debajo del hombro derecho y pon la mano derecha detrás de la cabeza.
- Con la mano izquierda, repite la palpación del seno derecho.
- Luego realiza el mismo procedimiento con el seno izquierdo.
¿Cuándo hacerlo?
Realiza la autoexploración siete días después de tu menstruación.
Si ya no tienes periodo, elige un día fijo del mes.
Lo importante es hacerlo de forma constante para conocer qué es normal en ti y notar cualquier cambio.

Recuerda
La mayoría de los cambios no son signo de cáncer, pero ante cualquier anomalía, acude al médico para una valoración y estudios complementarios.
La detección temprana aumenta las posibilidades de un tratamiento exitoso y de preservar tu salud.