El pasado miércoles, Uruguay se convirtió en uno de los pocos países de América Latina en legalizar la eutanasia, tras la aprobación en el Senado del proyecto de ley conocido como “Muerte Digna”. Con 20 votos a favor, la norma permite que personas adultas con enfermedades incurables o condiciones irreversibles que les causen sufrimiento extremo puedan optar por una muerte asistida, siempre bajo estrictos controles médicos.
Aunque Colombia y Ecuador ya permiten la eutanasia, lo hacen a través de fallos judiciales. Uruguay, en cambio, es el primero en regularla mediante una ley aprobada por el Parlamento, lo que representa un cambio profundo en la región en cuanto al derecho a morir con dignidad.
Este avance se suma a una larga lista de reformas progresistas en el país sudamericano, consolidando su lugar como referente regional en materia de derechos individuales.