El narcotraficante mexicano Rafael Caro Quintero, conocido como el “Narco de Narcos”, permanece recluido bajo estrictas condiciones de aislamiento en Estados Unidos desde su extradición en febrero de 2025. Su defensa solicitó recientemente una revisión de estas medidas, alegando que afectan su salud y sus derechos como reo.
Reclamo de la defensa
A inicios de agosto de 2025, los abogados de Caro Quintero señalaron que el capo enfrenta condiciones propias de un recluso de alta peligrosidad:
- Confinamiento en su celda 23 horas diarias de lunes a viernes, y 24 horas los fines de semana.
- Prohibición de ejercitarse.
- Entrega de alimentos a través de una ventanilla, sin interacción con otros internos.
- Falta de luz natural, aire acondicionado defectuoso y escasez de ropa y mantas.
- Contacto familiar limitado, con solo una o dos llamadas telefónicas monitoreadas desde México.
El equipo legal afirmó que estas condiciones son excesivas y solicitó su modificación ante la Corte del Distrito Este de Nueva York.
Respuesta del juez
El juez Frederic Block, encargado del caso, consideró la solicitud de la defensa como “obsoleta” o “debatible”. En un documento fechado en octubre de 2025, declaró inadmisible la moción presentada por Caro Quintero para cambiar sus Medidas Administrativas Especiales (MAS), basándose en un informe confidencial del gobierno estadounidense. Las razones completas de esta determinación permanecen selladas y no han sido divulgadas públicamente.
Contexto del caso
Rafael Caro Quintero es acusado de múltiples delitos graves, incluyendo el asesinato del agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena en 1985. Aunque fue condenado en México, quedó libre en 2013 por un tecnicismo legal y fue recapturado en 2022. Actualmente se encuentra bajo confinamiento especial en una prisión de alta seguridad de Estados Unidos.
Implicaciones
La negativa del juez a modificar las condiciones de Caro Quintero subraya la postura del sistema judicial estadounidense respecto al manejo de presos de alta peligrosidad. La defensa, sin embargo, mantiene que estas medidas pueden afectar su bienestar y su capacidad para preparar una defensa adecuada.