Miranda Grana acaba de lograr algo que ninguna mujer mexicana había conseguido antes: ganó la medalla de bronce en la prueba de 200 metros dorso durante la Copa del Mundo de Natación en piscina corta, en Westmont, Illinois. Su tiempo, 2:01.96, no solo le dio un lugar en el podio, sino que también estableció un nuevo récord nacional para México.
Este momento es muy importante para la natación mexicana. Aunque nuestro país ha tenido grandes nadadores, hasta ahora ninguna mujer había brillado en una Copa del Mundo en piscina de 25 metros. Miranda no solo mostró su talento, sino que se está convirtiendo en un ejemplo y una inspiración para muchas jóvenes deportistas que sueñan con competir en el alto nivel.
En esa misma competencia, la australiana Kaylee McKeown se llevó el oro con un récord mundial, y la estadounidense Regan Smith ganó la plata, lo que demuestra el alto nivel del evento. Pero lo que hizo Miranda es un paso gigante para México y una señal de que el talento nacional está creciendo y ganando terreno en el escenario internacional.
Este logro es más que una medalla; es una luz que abre el camino para que más mexicanos y mexicanas sigan luchando y representando a nuestro país con orgullo en los grandes torneos del mundo.