Javier Velázquez/Grupo Marmor
El clérigo Gregorio López Jerónimo, de la Diócesis de Apatzingán señaló que luego de que en días pasados asesinaran al líder limonero Bernardo Bravo Manríquez en aquella zona de Morelia, su legado de resiliencia y lucha por el pueblo nunca morirá.
En entrevista para Grupo Marmor, el padre determinó que en estos momentos un luchador social es muy importante para las comunidades, quienes siempre están dispuestos a exponer lo que está mal en su comunidad, por lo que agregó que mataron una voz pero cientos más se levantarán.
Cuestionado sobre si, Apatzingán quedó desprotegido y en específico los limoneros, el padre Goyo comentó que no, que siempre se tendrá la voz de otros más que expresarán sus ideas y sentimientos, recordar que Bravo Manríquez colocó los cimientos estables para que otros sigan su ejemplo.
“Hoy mataron a un líder, a un luchador de una causa noble pero su legado, ese camino que cimentó, nunca morirá y persistirá para siempre en la memoria de todo un pueblo que hoy llora su partida”, comentó.
Es de mencionar que fue este pasado lunes 20 de octubre, cuando fuese encontrado el cuerpo de Bernardo Bravo Manríquez, el presidente de la Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingán en un camino que conduce a la comunidad Los Tepetates.



















