El cineasta mexicano Guillermo del Toro ha llamado públicamente al público nacional a ver Soy Frankelda, el primer largometraje mexicano realizado completamente en animación stop motion. Dirigida por los hermanos Arturo y Roy Ambriz, la cinta ha generado un notable impacto en la crítica y en la audiencia, consolidando un paso histórico para la animación artesanal mexicana.
Soy Frankelda es una obra del estudio Cinema Fantasma, fundado por los hermanos Ambriz en la Ciudad de México. Su desarrollo implicó la creación artesanal de más de 200 marionetas y decenas de escenarios construidos cuadro por cuadro, sin apoyo de efectos digitales.
La película amplía el universo de la serie Los Sustos Ocultos de Frankelda (2021) y relata la historia de una escritora del siglo XIX que enfrenta a las criaturas nacidas de su imaginación. Este enfoque mezcla terror, fantasía y drama con una estética inspirada en la literatura gótica y en el folclore mexicano.
El proceso de producción se extendió durante varios años y reunió a más de 150 artistas, escultores, diseñadores y animadores. Los directores han señalado que el objetivo fue demostrar que México puede competir en el terreno de la animación artesanal con producciones de alto nivel técnico.
Guillermo del Toro, un aliado clave
Guillermo del Toro, reconocido por su labor en la promoción del talento mexicano, se ha involucrado de manera directa en la difusión de Soy Frankelda. En redes sociales, el ganador del Óscar escribió: “Vayan a verla… HDSPM”, frase que rápidamente se viralizó y aumentó la atención mediática hacia la película.
Del Toro también brindó asesoría creativa a los hermanos Ambriz durante las etapas finales de producción. En distintas entrevistas, ha destacado que el proyecto “representa lo mejor del espíritu artesanal mexicano” y que su éxito podría abrir nuevas oportunidades para la animación independiente en América Latina.
Estreno y recepción internacional
El filme tuvo su estreno mundial en junio de 2025 durante la edición número 40 del Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG), donde inauguró el certamen con una ovación del público. Poco después, fue seleccionado para competir en el Festival Internacional de Cine de Animación de Annecy, en Francia, uno de los más importantes del mundo en su especialidad.
Su estreno comercial en México, el 23 de octubre de 2025, ha estado acompañado de salas llenas y de una fuerte conversación en redes sociales. La crítica especializada ha elogiado la calidad técnica del stop motion, el diseño visual y la dirección artística. Sin embargo, también se han señalado algunos aspectos menos favorables, como una narrativa considerada compleja o densa por parte de algunos espectadores.
El impacto hasta ahora
Desde su lanzamiento, Soy Frankelda ha tenido un impacto dual en la audiencia y la industria cinematográfica mexicana. Por un lado, ha logrado posicionar la animación stop motion nacional en el panorama internacional, despertando interés de festivales y distribuidores extranjeros. Su desempeño en taquilla ha sido positivo, destacando en las primeras semanas por encima de varios estrenos internacionales de mediano presupuesto.
Por otro lado, ha abierto debate sobre las condiciones de producción del cine animado en México, especialmente en torno al financiamiento y la distribución. Los propios directores han mencionado que, pese al reconocimiento, enfrentaron limitaciones presupuestales y escaso apoyo institucional.
En redes sociales, usuarios y críticos han coincidido en que Soy Frankelda representa “un orgullo nacional”, aunque algunos señalan que su ritmo narrativo o su tono sombrío podrían limitar su alcance entre el público infantil. Aun así, el consenso general apunta a que la cinta ha reactivado el interés por la animación mexicana y por los proyectos hechos con técnicas tradicionales.
Un nuevo impulso para el cine mexicano
El impacto de Soy Frankelda va más allá del éxito comercial. Para la comunidad cinematográfica, el filme demuestra que México cuenta con el talento, la capacidad técnica y la creatividad necesarios para competir a nivel global. Su producción íntegramente nacional marca un precedente que podría inspirar a nuevas generaciones de artistas y animadores.
Expertos del sector han subrayado que este tipo de proyectos podrían contribuir a diversificar la industria audiovisual mexicana, tradicionalmente dominada por comedias o dramas de bajo presupuesto. Además, su modelo de trabajo artesanal podría impulsar la creación de nuevos talleres, empleos especializados y escuelas enfocadas en animación stop motion.
Perspectiva a futuro
Con su recorrido en festivales, buena recepción crítica y apoyo del público, Soy Frankelda se perfila como una de las producciones mexicanas más influyentes de los últimos años. El respaldo de Guillermo del Toro ha sido decisivo para su proyección internacional, y el éxito del filme refuerza la idea de que el cine animado nacional puede convertirse en una de las ramas más prometedoras del audiovisual mexicano.
Mientras continúa su exhibición en cines, el estudio Cinema Fantasma ya ha confirmado su interés en desarrollar nuevos proyectos en la misma técnica, con la expectativa de consolidar un mercado estable para la animación artesanal producida en México.
 
			 
		