Supersticiones y rituales curiosos para cerrar octubre con buena energía

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Octubre es un mes cargado de misterio, magia y energía espiritual. Es el punto donde la oscuridad y la luz se encuentran, donde el velo entre lo visible y lo invisible parece hacerse más delgado. Con la llegada del Día de Muertos y Halloween, el ambiente se llena de símbolos, tradiciones y supersticiones que recuerdan que la energía se transforma, nunca desaparece.

Durante estos días, muchas personas alrededor del mundo realizan rituales para atraer suerte, protección y renovación antes de comenzar noviembre. No se trata solo de supersticiones antiguas, sino de actos simbólicos que buscan armonizar el cuerpo, la mente y el espíritu con los ciclos naturales.

En México, por ejemplo, se encienden velas blancas el último día del mes para limpiar las malas vibras, agradecer lo vivido y pedir claridad para el nuevo ciclo. Algunas personas acompañan este gesto con incienso o copal, elementos que representan la purificación del alma y la conexión con el plano espiritual.


En otros lugares, como España, se acostumbra escribir en un papel todo aquello que se desea dejar atrás: miedos, tristezas, errores o malas experiencias. Luego, el papel se quema bajo la luz de la luna, permitiendo que el fuego (símbolo de transformación) consuma lo viejo y abra paso a nuevas oportunidades.


En Japón, existe la tradición de barrer la casa de adentro hacia afuera durante la noche del 31. Este acto no solo limpia el espacio físico, sino también el energético, expulsando los malos espíritus y preparando el hogar para recibir buena fortuna. En cambio, en Brasil, vestir de blanco ese día es una forma de renovar el aura y atraer la paz interior, un gesto que muchos asocian con el renacimiento espiritual.


En algunas culturas europeas, se colocan granos de arroz o sal en las esquinas de la casa para atraer prosperidad y proteger el hogar de energías densas. Mientras tanto, en regiones andinas, se acostumbra ofrecer flores amarillas y agua a la naturaleza en agradecimiento por las bendiciones recibidas durante el año.


Cada creencia tiene su propia manera de despedir octubre, pero todas comparten un mismo propósito: cerrar con gratitud, limpiar el alma y abrir espacio para lo nuevo. Porque más allá de la superstición, el verdadero poder está en la intención. No importa el ritual que elijas (una vela, una palabra, un pensamiento o un respiro profundo), lo esencial es hacerlo con fe y consciencia.
Así, cuando el reloj marque la medianoche del 31, no solo terminará un mes, sino un ciclo. Deja ir lo que ya no vibra contigo y permite que noviembre te encuentre liviano, en calma y listo para renacer.