Desde este sábado comenzaron a aplicarse los aranceles del 25 por ciento a la importación de camiones medianos y pesados hacia Estados Unidos, una medida que impactará directamente a México, uno de los principales países productores de este tipo de vehículos para el mercado norteamericano.
Los nuevos gravámenes abarcan camiones de las clases 3 a la 8, además de componentes y partes relacionadas, según lo establecido por el gobierno estadounidense.
La decisión forma parte de la estrategia comercial impulsada por el presidente Donald Trump, quien había anunciado la medida desde octubre, pero retrasó su aplicación hasta el 1 de noviembre.
Contexto de la medida
El aumento de los aranceles deriva de una investigación del Departamento de Comercio de Estados Unidos, iniciada en abril bajo el Artículo 232 de la Ley de Expansión Comercial, el cual permite imponer impuestos a productos importados considerados esenciales para la seguridad nacional.
El informe del Departamento de Comercio concluyó que una porción significativa de las importaciones de camiones pesados provenía de un número limitado de proveedores extranjeros, entre ellos México, lo que a juicio del gobierno estadounidense representaba un riesgo para su industria automotriz local.
Impacto en México
México figura entre los principales exportadores de vehículos de tonelaje medio y pesado hacia el mercado estadounidense, por lo que la medida podría generar afectaciones en plantas automotrices instaladas en estados como Coahuila, Guanajuato y Estado de México, donde operan compañías dedicadas al ensamblaje de camiones de carga.
El gobierno mexicano no ha emitido aún una postura oficial, aunque analistas del sector prevén que el encarecimiento de los costos de exportación podría reducir la competitividad de los fabricantes nacionales en el corto plazo.















