Morelia, Michoacán — En el marco de la celebración del Día de Muertos, Luis Donaldo Colosio Riojas efectuó este fin de semana una visita a Morelia, Michoacán, donde fue recibido por manifestaciones ciudadanas que protestaban por la ola de violencia en la entidad. En un video difundido en redes sociales, el político afirmó: “Una vez más quien alza la voz recibe una respuesta criminal, antes que una gubernamental”.
Durante su estancia, Colosio Riojas señaló que el asesinato del presidente municipal de Uruapan, Carlos Manzo Rodríguez, ocurrido el 1 de noviembre, representa “un cruel recordatorio de cómo el crimen organizado sigue azotando a nuestro país”. Manifestantes en Morelia aprovecharon la visita para exigir justicia, irrumpiendo en el Palacio de Gobierno de Michoacán y gritando consignas en contra de la violencia y de las autoridades estatales.
Colosio Riojas, quien se encontraba en el estado para conocer las tradiciones de Día de Muertos con su familia, sostuvo que la situación “no es normal”, pues las personas que levantan la voz —ya sean servidores públicos o ciudadanos— encuentran respuestas de tipo criminal antes que apoyo institucional. Asimismo, hizo un llamado a las autoridades de los tres órdenes de gobierno para fortalecer los esquemas de seguridad pública, fiscalías autónomas y un sistema de justicia que realmente proteja a la población.
Por su parte, el contexto estatal refleja una situación crítica: la protesta ciudadana se originó tras el asesinato del edil de Uruapan, lo que generó movilizaciones simultáneas en Morelia y otros municipios de Michoacán, además de reclamos por impunidad y falta de protección a quienes defienden causas sociales.
La visita de Luis Donaldo Colosio Riojas a Morelia, con motivo de las festividades por el Día de Muertos, se convirtió en un espacio de denuncia de la violencia y de la exigencia de respuestas gubernamentales. Con su declaración de que “quien alza la voz recibe una respuesta criminal”, el político puso el foco en la urgencia de atender la seguridad y la justicia en Michoacán, mientras la sociedad exige acciones efectivas y no solo simbólicas.
			
		


















