Alumnos de la Facultad de Derecho, realizaron hoy una marcha que partió desde su centro de estudios hasta el Palacio de Gobierno para manifestar su descontento y denunciar la falta de atención a sus peticiones. La exigencia central de la comunidad estudiantil es clara: ser escuchados, que se respeten sus derechos y garantías, y que se mejoren urgentemente las instalaciones que consideran un foco de peligro.
Las condiciones de infraestructura en el anexo de la Facultad de Derecho, ubicado en Revillagigedo, fueron detalladas como inaceptables. Los estudiantes reportaron que las cámaras de seguridad no funcionan, los baños se encuentran en un estado de suciedad e insalubridad extremo, y advirtieron que la escasa seguridad en el plantel los expone a un alto riesgo de sufrir asaltos, especialmente en esta época del año.
La preocupación se intensificó tras los recientes enfrentamientos y la detención de varios compañeros durante manifestaciones previas. A pesar de los esfuerzos reportados por la dirección de la facultad para interponer amparos, los alumnos manifestaron desconocer la situación legal y el paradero exacto de los detenidos, lo que subraya una percibida falta de protección institucional hacia quienes han sido víctimas de represión, incluyendo el uso de gas lacrimógeno.
Finalmente, los manifestantes rechazaron categóricamente las acusaciones emitidas por autoridades gubernamentales y la Rectoría, quienes han intentado deslegitimar el movimiento al calificarlo como parte de planes políticos de partidos opositores. Los estudiantes insistieron en que su presencia es voluntaria, autogestionada y motivada únicamente por la necesidad de exigir justicia y condiciones dignas, afirmando que representan el presente y el futuro de México que no debe ser silenciado.



















