UNESCO emitió una fuerte advertencia sobre el desarrollo acelerado de las neurotecnologías y su creciente convergencia con la inteligencia artificial (IA), subrayando que la privacidad mental, el derecho a que los pensamientos, emociones e intenciones permanezcan libres de control externo, se encuentra seriamente amenazada.
Aunque el uso médico de la neurotecnología (como tratamientos para enfermedades neurológicas) está regulado, lo que ahora preocupa a este organismo es el uso comercial y no regulado de dispositivos que leen, monitorean o incluso influyen en la actividad cerebral, tales como wearables, videojuegos, marketing cognitivo o interfaces cerebro‑máquina. Estos aparatos podrían recopilar datos neuronales sin el consentimiento informado adecuado y permitir el perfilado, manipulación o influencia de usuarios, especialmente de niños y jóvenes.
Además del riesgo inmediato de explotación de datos, la UNESCO advierte que la brecha tecnológica entre países desarrollados y en desarrollo puede ampliarse con la neurotecnología, acentuando desigualdades sociales y dando lugar al acceso privilegiado de ciertas poblaciones a este tipo de tecnologías.
Por ello, la UNESCO hace un llamado urgente a los estados, las instituciones académicas y el sector privado para que colaboren en la creación de marcos éticos, legales y de gobernanza global que protejan la libertad de pensamiento, la identidad personal, la autonomía y la privacidad mental, antes de que estos avances tecnológicos escapen al control y generen impactos irreversibles en la sociedad.


















