El Banco de México anunció un nuevo recorte de 25 puntos base a su tasa de referencia, ubicándola en 7.25 %, en medio de un entorno económico de desaceleración y con la inflación general en tendencia descendente. La decisión busca mantener condiciones monetarias que favorezcan la recuperación económica sin perder de vista el control de precios.
La Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) resolvió este jueves reducir la tasa de interés interbancaria a un día de 7.50 % a 7.25 %. Con ello, el banco central suma un nuevo ajuste dentro del ciclo de flexibilización monetaria iniciado en 2024, tras varios años de política restrictiva.
En su comunicado, Banxico explicó que la medida responde a una evaluación integral del panorama inflacionario y de la actividad económica nacional. Indicó que, aunque la inflación general ha mostrado una disminución sostenida, la inflación subyacente (que excluye los bienes y servicios más volátiles) continúa por encima del objetivo de 3 %, lo que obliga a mantener una postura prudente.
El organismo señaló que la economía mexicana ha mostrado señales de enfriamiento, con una menor expansión del consumo y la inversión, además de un crecimiento débil del Producto Interno Bruto durante el tercer trimestre del año. En este contexto, el ajuste busca apoyar la recuperación de la demanda interna y contribuir a un entorno financiero más favorable.
De acuerdo con especialistas del sector financiero, el recorte se encontraba ampliamente anticipado por el mercado, pero el tono del comunicado refleja una postura más cautelosa respecto a recortes futuros. Analistas de BBVA Research y Citibanamex coinciden en que el margen para seguir bajando la tasa es cada vez menor, dado que la política monetaria se acerca a niveles considerados “neutros”, es decir, ni restrictivos ni expansivos.
El subgobernador Jonathan Heath, quien ha mostrado una posición más conservadora en decisiones previas, habría votado en contra de la reducción, argumentando la necesidad de evaluar con mayor detenimiento los riesgos de inflación subyacente. Aun así, la mayoría de la Junta consideró que las condiciones actuales justifican el ajuste.
En los mercados financieros, la decisión tuvo un impacto moderado: el peso mexicano registró ligeras fluctuaciones frente al dólar, mientras que los rendimientos de los bonos gubernamentales reflejaron ajustes acordes con el nuevo nivel de tasa. Los inversionistas mantienen expectativas de una posible pausa en el ciclo de recortes hacia inicios de 2026.
Con este movimiento, Banxico busca equilibrar su doble mandato de controlar la inflación y apoyar el crecimiento económico. Si bien la baja de la tasa podría aliviar las condiciones de financiamiento para hogares y empresas, el banco central ha dejado claro que futuras reducciones dependerán del comportamiento de la inflación y de la estabilidad del tipo de cambio en los próximos meses.



















