La Comisión Europea está considerando retrasar algunos plazos clave del AI Act, la primera regulación integral del mundo sobre inteligencia artificial, luego de recibir presiones tanto de grandes empresas tecnológicas como del gobierno de Donald Trump.
El AI Act, que busca garantizar transparencia, seguridad y protección de los derechos fundamentales frente a sistemas de IA, incluye medidas estrictas para proveedores de IA de alto riesgo. Entre los posibles aplazamientos se encuentran:
- Flexibilización de los plazos para cumplir obligaciones de transparencia y monitoreo.
- Retraso en la aplicación de multas y sanciones, previsto hasta 2027.
- Ajustes en las obligaciones de control de productos de IA, permitiendo mayor margen de adaptación para las empresas.
Aunque la Comisión aún no ha tomado decisiones definitivas, la medida ha generado preocupación entre legisladores y expertos, quienes advierten que posponer estas disposiciones podría crear incertidumbre jurídica y debilitar la protección de los ciudadanos frente a los riesgos asociados a la inteligencia artificial.
La situación refleja además la presión internacional sobre Europa, ya que Estados Unidos ha amenazado con sanciones a países que impongan regulaciones consideradas desventajosas para sus empresas tecnológicas, lo que añade complejidad a la implementación de la ley.
Este debate pone de relieve la tensión entre innovación tecnológica y regulación responsable, y marca un momento clave en la forma en que la UE busca equilibrar competitividad, seguridad y derechos fundamentales en la era de la IA.





























