El mundo de la ciencia despide al Dr. James D. Watson, quien falleció el pasado 6 de noviembre de 2025 a la edad de 97 años de edad, su muerte ha sido confirmada por el Laboratorio Cold Spring Harbor de Long Island, donde trabajó durante muchos años.
Watson fue, junto a Francis Crick y Maurice Wilkins, artífice del descubrimiento en 1953 de la doble hélice de la molécula de ADN, un hallazgo que marcó el comienzo de la era moderna de la genética y revolucionó la biología molecular. En 1962, los tres científicos recibieron el Premio Nobel de Medicina por este trabajo.

Nacido el 6 de abril de 1928 en Chicago, Illinois, se graduó en zoología por la Universidad de Chicago, Posteriormente, obtuvo su doctorado en la Universidad de Indiana. Más adelante se unió al Laboratorio Cavendish de Cambridge, donde conoció a Francis Crick, con quien comenzó a investigar la quimíca estructural del ADN.
El descubrimiento del ADN abrió puertas a múltiples avances científico, desde la comprensión de cómo se heredan los rasgos genéticos hasta la edición genética, la biotecnología agrícola y los análisis forenses.
En sus últimos años, James D. Watson enfrentó fuertes críticas por declaraciones que hizo sobre temas de raza e inteligencia. Sus comentarios, considerados ofensivos y sin sustento científico, llevaron a que gran parte de la comunidad científica se distanciara de él. La controversia estalló especialmente en 2007, cuando afirmó en una entrevista con The Times de Londres que, según él creía que la inteligencia de las personas africanas…“No era realmente la misma que la nuestra”
Con la muerte de James D. Watson se cierra un capítulo esencial en la historia de la ciencia: su aporte a la biología es inmenso, pero su figura también sirve como recordatorio del vínculo entre prestigio científico y responsabilidad pública. Su huella permanecerá tanto por su contribución al conocimiento humano como por el debate ético que sus palabras impulsaron.




























