Ansiedad: qué es, cómo se manifiesta y cuáles son los tratamientos más efectivos

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La ansiedad es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones de peligro o estrés. Sin embargo, cuando este estado de alerta se mantiene por tiempo prolongado, sin una causa aparente o con una intensidad que interfiere en la vida cotidiana, puede considerarse un trastorno de ansiedad, una de las condiciones de salud mental más frecuentes a nivel mundial.

¿Qué es la ansiedad?

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la ansiedad es una emoción caracterizada por sentimientos de tensión, preocupación y cambios físicos como aumento del ritmo cardíaco o sudoración. En niveles normales, cumple una función adaptativa: prepara al organismo para enfrentar retos o amenazas.

No obstante, cuando la respuesta se vuelve desproporcionada, constante o afecta el desempeño personal, social o laboral, puede transformarse en un trastorno de ansiedad. Esta condición incluye diversas formas, como el trastorno de ansiedad generalizada, las fobias, el trastorno de pánico o la ansiedad social.

Síntomas y causas

Los síntomas más comunes son nerviosismo excesivo, sensación de peligro inminente, dificultad para concentrarse, irritabilidad, palpitaciones, temblores, dificultad para respirar, mareos o alteraciones del sueño.

Las causas exactas son multifactoriales: influyen factores genéticos, químicos del cerebro y situaciones ambientales. Experiencias traumáticas, estrés prolongado o consumo de sustancias también pueden contribuir a su desarrollo.

La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha señalado que el contexto actual, caracterizado por altos niveles de estrés, incertidumbre y sobreexposición a información, ha incrementado la incidencia de síntomas ansiosos en la población.

Tratamientos y manejo

Los especialistas coinciden en que la ansiedad tiene tratamiento y puede controlarse con atención profesional. La terapia psicológica, especialmente la terapia cognitivo-conductual, es una de las más efectivas, pues enseña a identificar y modificar patrones de pensamiento negativos.

En algunos casos, los médicos pueden recetar medicamentos ansiolíticos o antidepresivos, bajo seguimiento especializado, para regular los niveles de ansiedad. Además, se recomienda incorporar hábitos saludables: realizar actividad física regular, mantener rutinas de sueño adecuadas, reducir el consumo de cafeína y practicar técnicas de relajación como respiración profunda o meditación.

La OMS y la Secretaría de Salud de México promueven la detección temprana y el acceso a servicios de atención psicológica, ya que recibir ayuda a tiempo puede prevenir complicaciones más graves.

Atenderla a tiempo, la clave

Vivir con ansiedad no es una muestra de debilidad, sino un problema de salud que merece atención como cualquier otro. Reconocer los síntomas y buscar apoyo profesional es fundamental para recuperar el bienestar emocional y físico.

Con el tratamiento adecuado, la mayoría de las personas puede aprender a manejar la ansiedad, mejorar su calidad de vida y retomar sus actividades cotidianas con normalidad.