Una serie de correos electrónicos recientemente divulgados por el Comité de Supervisión y Reforma de la Cámara de Representantes de Estados Unidos sugieren que Jeffrey Epstein afirmó que Donald Trump “pasó horas” con una víctima de explotación sexual. La Casa Blanca negó la veracidad de la información y calificó la interpretación de los documentos como una “narrativa falsa”.
El Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes de Estados Unidos publicó esta semana nuevos documentos obtenidos del patrimonio de Jeffrey Epstein, el financiero condenado por tráfico sexual que murió bajo custodia federal en 2019. Entre los materiales figuran tres correos electrónicos en los que Epstein menciona al expresidente Donald Trump en relación con una de las víctimas de su red.
En uno de los mensajes, fechados en 2011, Epstein asegura que una víctima “pasó horas” con Trump en su residencia y que él “sabía de las chicas”. Otro correo, de 2019, sugiere que el entonces mandatario habría pedido a Ghislaine Maxwell, socia y colaboradora de Epstein, “que se detuviera”. Los nombres de las víctimas fueron redactados por las autoridades antes de la publicación.
Los correos forman parte de un conjunto de más de 20 000 documentos entregados al Congreso tras una citación judicial dirigida al patrimonio de Epstein. Los legisladores demócratas sostienen que el contenido podría aportar información relevante sobre el manejo del caso por parte del Departamento de Justicia y sobre los vínculos de Epstein con figuras públicas.
Ante la difusión de los mensajes, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, desestimó las acusaciones. Afirmó que la mujer mencionada sería Virginia Giuffre, una de las principales denunciantes en el caso Epstein, quien ha declarado en diversas ocasiones que Trump “nunca estuvo involucrado” en actividades ilícitas y que su trato con él fue “respetuoso y profesional”. Leavitt acusó a los opositores políticos de promover una “narrativa falsa” para distraer la atención de otros temas nacionales.
Donald Trump también reaccionó calificando las publicaciones como un “engaño” y una maniobra partidista. En declaraciones a medios estadounidenses, aseguró que “nunca participó en nada inapropiado” y que rompió su relación con Epstein hace años tras un conflicto personal.
Por su parte, expertos en derecho y transparencia pública advirtieron que la divulgación de los correos no implica necesariamente la existencia de pruebas directas contra el exmandatario, pero sí reabre el debate sobre la necesidad de liberar todos los archivos relacionados con Epstein. Según analistas de la Universidad de Georgetown, estos documentos “pueden tener valor histórico, pero su contenido debe ser evaluado con cautela, dado que provienen de comunicaciones personales no verificadas judicialmente”.
Aunque las nuevas revelaciones no implican cargos legales contra Donald Trump, el caso mantiene el interés público por las conexiones de Jeffrey Epstein con políticos, empresarios y figuras públicas de alto perfil. El Congreso estadounidense continúa evaluando la publicación de documentos adicionales, mientras el Departamento de Justicia revisa la autenticidad y relevancia de los materiales entregados.




























