Una intensa tormenta solar avanza hacia la Tierra y se espera que alcance su punto de mayor impacto entre la noche de este miércoles y las primeras horas del jueves, según comunicaron la Agencia Espacial Europea (ESA) y el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades de España. El fenómeno se originó tras una potente erupción solar de clase X5.1, registrada el 11 de noviembre, que liberó una eyección de masa coronal (CME) dirigida hacia nuestro planeta. Esta nube de plasma solar podría provocar una tormenta geomagnética severa (nivel G4) al interactuar con el campo magnético terrestre.
De acuerdo con la ESA, las principales repercusiones se darían en el hemisferio norte, donde podrían interrumpirse temporalmente las comunicaciones por radio, afectarse los sistemas de posicionamiento satelital (GPS) y registrarse fluctuaciones en redes eléctricas. Los operadores de satélites también podrían ajustar sus maniobras para reducir el riesgo de exposición a la radiación.
El Centro de Coordinación de Meteorología Espacial de la ESA mantiene un monitoreo constante del fenómeno, en coordinación con agencias nacionales, ante la posibilidad de afectaciones en infraestructura tecnológica sensible. Los especialistas aclaran que, aunque el evento es significativo, no representa un peligro directo para la población, ya que el campo magnético terrestre actúa como un escudo protector frente a las partículas solares.
Además, la actividad solar podría producir un espectáculo inusual: auroras visibles más al sur de lo habitual, en regiones de Europa donde normalmente no se observan. Las autoridades europeas han pedido a los sectores de energía, aviación y telecomunicaciones mantenerse alerta ante posibles interrupciones y seguir las recomendaciones de los servicios de monitoreo espacial.



















