El Gobierno Federal y el estatal dieron arranque a una de las intervenciones más amplias de los últimos años en materia de seguridad: el Plan Michoacán por la Paz y la Justicia, una estrategia que combina acciones operativas, inteligencia, desarrollo social y obra pública para contener la violencia y reconstruir el tejido social en la entidad.
La presidenta Claudia Sheinbaum y el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla explicaron que Michoacán enfrenta la presencia de al menos 12 organizaciones criminales, por lo que el plan integra 12 ejes estratégicos que van desde el despliegue de fuerzas federales hasta la apertura de centros culturales y deportivos.
Entre los puntos más relevantes se encuentran:
- Refuerzo a la seguridad e inteligencia con mayor presencia de Guardia Nacional, fortalecimiento de la Policía Estatal y unidades de investigación especializadas.
- Prevención y atención de causas, con programas dirigidos a jóvenes para evitar su reclutamiento por grupos delictivos.
- Impulso económico, que incluye nuevas inversiones industriales, apoyo al campo y créditos productivos.
- Infraestructura para la movilidad y servicios básicos, con obras carreteras, caminos rurales y mejoras en agua potable.
- Expansión de programas sociales enfocados en mujeres, juventudes y comunidades indígenas.
- Fortalecimiento institucional, con una Fiscalía especializada contra delitos de alto impacto.
- Participación comunitaria a través de la recuperación de espacios públicos, actividades culturales y acciones de convivencia.
El plan contempla una inversión superior a 57 mil millones de pesos e incorpora más de 100 acciones que se ejecutarán de manera escalonada. Sheinbaum se comprometió a evaluar el avance cada 15 días y presentar un informe mensual para garantizar transparencia.
Con este proyecto, el gobierno busca frenar la violencia que afecta al estado, pero también reconstruir la vida comunitaria y crear condiciones de bienestar que reduzcan la incidencia delictiva a mediano plazo.



















