El Bitcoin atraviesa una de sus caídas más abruptas del año, luego de haber alcanzado los 126 mil dólares en octubre. Pese al respaldo de Wall Street, el ingreso de capital institucional y un ambiente político favorable en Estados Unidos, la criptomoneda ha perdido cerca de 600 mil millones de dólares en valor de mercado, sin un detonante claro que explique el retroceso.
Este lunes 17 de noviembre, el Bitcoin descendió hasta los 92,513 dólares, una baja que ha incrementado la incertidumbre entre inversionistas y operadores, quienes revisan antiguos patrones y teorías para comprender la volatilidad reciente.
Una parte del mercado atribuye la caída al conocido ciclo de “reducción a la mitad” —evento que disminuye la creación de nuevos bitcoins—, aunque especialistas advierten que la influencia de grandes compradores institucionales podría estar modificando ese patrón histórico. Otros apuntan a factores macroeconómicos: tensiones comerciales, estancamiento en los flujos de los ETF de criptomonedas y una caída general del apetito por el riesgo.
El clima de desconfianza también se relaciona con la venta masiva que se produjo en octubre, cuando un aumento del apalancamiento y un giro en el sentimiento del mercado desencadenaron liquidaciones rápidas. A ello se suma la salida de algunos inversionistas a largo plazo y la pérdida de fuerza en proyectos vinculados a Bitcoin, que ya no muestran la misma prima de confianza.
Analistas del sector señalan que, a pesar del apoyo político en Washington y de la creciente aceptación institucional, el comportamiento de Bitcoin se asemeja cada vez más al de un activo macro vulnerable a la liquidez global, al dólar y a los cambios en la política económica.
Mientras el oro y los mercados bursátiles se mantienen cerca de máximos históricos, Bitcoin enfrenta un escenario en el que los operadores evalúan si la criptomoneda solo atraviesa una corrección natural o si se encuentra en el inicio de una caída más profunda. Por ahora, el mercado sigue buscando señales claras que definan su próximo rumbo.



















