Con la llegada del frío, es importante tomar precauciones para proteger a los más pequeños de casa. Los niños son más vulnerables a las bajas temperaturas, por lo que los padres deben prestar atención a su ropa, alimentación y tiempo al aire libre.
Para mantenerlos seguros y cómodos, sigue estas recomendaciones:
- Vestir por capas: varias prendas ligeras son mejor que una sola muy gruesa, porque permiten ajustar la temperatura fácilmente.
- Proteger manos, pies y cabeza: estas zonas pierden calor rápidamente, así que gorros, guantes y calcetines son esenciales.
- Hidratar la piel: el frío y el viento resecan la piel; aplica crema después del baño para protegerla.
- Evitar cambios bruscos de temperatura: al entrar a lugares cálidos, quita las capas poco a poco para que el cuerpo se adapte.
- Ofrecer líquidos calientes o templados: sopas, leche o té ayudan a mantener la temperatura corporal y prevenir la deshidratación.
- Limitar el tiempo al aire libre: si hace mucho frío, las salidas deben ser cortas y supervisadas.
- Vigilar signos de hipotermia o resfriado: escalofríos intensos, piel pálida o manos y pies fríos son señales de alerta; acude al médico si aparecen síntomas graves.
Con estas medidas, los padres pueden asegurar que sus hijos disfruten del invierno de forma segura, sin riesgos y manteniendo la salud.



















