La Generación Z anuncia movilización el 20 de noviembre; coincide con desfile militar y activa alertas en el gobierno federal

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Colectivos integrados por jóvenes de la denominada Generación Z convocaron a una movilización nacional para el 20 de noviembre en la Ciudad de México, la cual coincidirá con el desfile cívico-militar por el aniversario de la Revolución Mexicana. La simultaneidad de ambos eventos ha generado preocupación en autoridades federales y capitalinas, que han iniciado reajustes logísticos y operativos para evitar incidentes.

De acuerdo con la convocatoria difundida en redes sociales, la marcha iniciará a las 11:00 horas en el Ángel de la Independencia con destino al Zócalo. La movilización ocurre a pocos días de las protestas del 15 de noviembre, jornada que terminó en enfrentamientos entre manifestantes y elementos de seguridad.

Las autoridades capitalinas modificaron la ruta tradicional del desfile militar, que este año concluirá en el Monumento a la Revolución, con el propósito de reducir puntos de contacto entre los contingentes juveniles y el acto oficial. Instituciones federales han señalado que se desplegará un operativo de carácter preventivo, enfatizando que el objetivo es garantizar el orden y la seguridad pública.

La convocatoria ha provocado alertas diplomáticas. La Embajada de Estados Unidos en México emitió una advertencia para sus ciudadanos ante el riesgo de confrontaciones o bloqueos, y recomendó evitar la zona centro de la capital durante el desarrollo de ambas actividades.

Los colectivos juveniles han señalado que su movilización tiene como objetivo exigir mayor seguridad, rendición de cuentas gubernamental, atención a víctimas de violencia y acciones efectivas contra la impunidad. También han solicitado la liberación de personas detenidas en protestas anteriores, advirtiendo que la falta de respuesta podría elevar el tono de sus acciones.

La presidenta Claudia Sheinbaum llamó a mantener la calma durante la jornada conmemorativa y aseguró que no se prevé un choque entre manifestantes y fuerzas armadas. No obstante, el gobierno federal ha reconocido que el crecimiento del movimiento juvenil plantea nuevos retos políticos y de gobernabilidad, en un contexto marcado por desconfianza social y tensión tras los hechos violentos de noviembre.

La marcha de la Generación Z se perfila como un evento de alto impacto, tanto por su simbolismo como por el clima político que enfrenta el país. El desarrollo de la jornada será un indicador relevante para medir la capacidad del gobierno para gestionar movilizaciones sociales de nueva naturaleza y la emergencia de un actor juvenil con creciente presencia pública.