Las tablas rítmicas se han convertido en uno de los momentos más esperados del Desfile de la Revolución Mexicana, no solo por el colorido y la música, sino por lo que representan: disciplina, coordinación y espíritu escolar.
Estas coreografías surgieron como una forma de fortalecer la educación física, pero con el paso del tiempo se transformaron en una expresión artística que mezcla ritmo, identidad y orgullo cívico. Cada escuela prepara su rutina durante semanas, buscando ofrecer un número que refleje unidad, creatividad y respeto por esta fecha histórica.
Además de rendir homenaje a los héroes revolucionarios, las tablas rítmicas impulsan valores como el trabajo en equipo, la participación y la convivencia, convirtiéndose en una tradición que sigue viva generación tras generación.



















