Zelenski desafía a EE. UU.: rechaza plan de paz que cede territorios a Rusia y tensan la alianza

Banner

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, rechazó un borrador de 28 puntos, supuestamente avalado por Estados Unidos y Rusia, que exigiría a Ucrania ceder control sobre regiones clave como Crimea, Donetsk y Lugansk, además de limitar sus fuerzas armadas. Zelenski advirtió que la propuesta lo obliga a elegir entre “la pérdida de dignidad” o arriesgar la relación con un socio estratégico.:

El Gobierno ucraniano confirmó que Zelenski recibió formalmente de parte de Estados Unidos un borrador con un plan para poner fin a la guerra con Rusia. En un comunicado oficial, la Presidencia de Kiev señaló que ambas delegaciones (ucraniana y estadounidense) “trabajarán en las disposiciones del plan” con el objetivo de alcanzar un final “digno” del conflicto.

Sin embargo, Zelenski manifiesta profundas reservas. En un mensaje dirigido a la ciudadanía, aseguró que Ucrania se enfrenta a una “decisión muy difícil”: aceptar los 28 puntos propuestos o afrontar “un invierno extremadamente duro” con mayores riesgos. Para el presidente, los elementos no negociables son la dignidad y la libertad de los ucranianos, pues considera que “todo lo demás se construye a partir de ahí”.

Según los informes filtrados y analizados por medios internacionales, el plan incluye varias exigencias de Rusia que Kiev ha rechazado rotundamente en el pasado. Entre ellas se encontraría el reconocimiento de facto por parte de Estados Unidos del control ruso sobre Crimea, así como sobre las regiones de Donetsk y Lugansk. Además, se plantea limitar el ejército ucraniano a 600 000 efectivos y prohibir la entrada futura a la OTAN, incluso mediante una reforma constitucional.

Otro punto muy controvertido es la convocatoria de elecciones en Ucrania en un plazo breve (menos de 100 días) y la creación de una zona desmilitarizada para parte de Donetsk que actualmente está bajo control ucraniano. También se propone un acuerdo de no agresión entre Rusia, Ucrania y Europa, junto con garantías de seguridad para Kiev, aunque los detalles de estas garantías no están del todo claros.

En contraparte, el plan contempla la reintegración de Rusia al escenario económico internacional: se plantea levantar sanciones de forma gradual, caso por caso, y eventualmente reincorporarla al G-8. Parte de los activos rusos congelados serían usados para reconstruir Ucrania. Asimismo, habría cooperación en energía, infraestructura y otros sectores entre Rusia y Estados Unidos.

Zelenski ha declarado que no traicionará a Ucrania y que, aunque está dispuesto a presentar argumentos, proponer alternativas y persuadir a sus interlocutores, no aceptará un acuerdo que menoscabe la soberanía ucraniana. También hizo un llamado a la unidad nacional para responder a lo que describió como una presión “tremenda” sobre su país.

Por su parte, aliados europeos como Francia, Alemania y el Reino Unido han expresado preocupación por el plan. Señalan que no fueron consultados adecuadamente y demandan que cualquier negociación con implicaciones territoriales incluya a la Unión Europea y a la OTAN, para no dejar a Ucrania aislada en decisiones vitales para su futuro.

El borrador ha suscitado críticas por parte de analistas. Algunos advierten que las cesiones propuestas pondrían en riesgo la integridad estratégica de Ucrania y podrían debilitar su capacidad de defensa a largo plazo. Otros reconocen que una paz negociada podría reducir el sufrimiento humano y los costos económicos del conflicto, pero insisten en que las condiciones deben respetar los intereses esenciales de Ucrania.

La posición de Zelenski marca un punto de inflexión en el proceso diplomático: aunque expresa voluntad de negociar, rechaza los términos que considera una rendición de principios fundamentales. El futuro inmediato dependerá de si Kiev y Washington logran adaptar el plan de forma que preserve la soberanía ucraniana y cuente con el respaldo de sus aliados europeos.