La Navidad está cada vez más cerca, y con ella llega esa emoción que llena las casas de luces, colores y recuerdos. Armar el árbol navideño no es solo una tradición: para muchos es un ritual que marca el inicio de una temporada mágica, donde el hogar se siente más cálido, familiar y lleno de esperanza. Colocar cada esfera, ajustar las luces y decidir la estrella del final es parte de esa experiencia que nos conecta con la infancia, con la familia y con la ilusión de cerrar el año con alegría.
Aunque cada familia tiene sus propias costumbres, existen fechas tradicionales que marcan el momento “ideal” para montar el árbol de Navidad en 2025.
La primera es el primer domingo de Adviento, que este año caerá el 30 de noviembre. El Adviento es el periodo que, dentro de la tradición cristiana, simboliza la preparación espiritual para la llegada de Jesús. Por ello, muchas familias aprovechan este día para inaugurar la decoración navideña, encender coronas de adviento y comenzar a transformar sus hogares con el espíritu festivo que caracteriza la temporada.
Otra fecha muy importante es el 8 de diciembre, Día de la Inmaculada Concepción, celebrado ampliamente en países de tradición católica. Este día se considera especialmente adecuado para colocar el árbol, ya que históricamente se ha visto como el arranque formal de las festividades religiosas y hogareñas de diciembre. Muchas familias lo eligen por su simbolismo, por ser una fecha fija y porque permite aprovechar todo el mes con el árbol ya instalado.
En cualquier caso, más allá de la tradición o el calendario, lo esencial es que colocar el árbol sea un momento de unión, alegría y preparación para la temporada más luminosa del año.