Ciudad de México, 24 de noviembre de 2025 Representantes del sector empresarial en México han solicitado al Congreso que se postergue hasta 2027 la aplicación de los aranceles propuestos a las importaciones procedentes de China. La razón central: temen que los gravámenes, de hasta 50 % en más de 1,400 fracciones arancelarias, encarezcan la producción, afecten cadenas productivas y generen desempleo.
El plan forma parte del Paquete Económico 2026 y abarca sectores como automotriz, textiles y plásticos. Sin embargo, los empresarios advierten que los aumentos podrían debilitar la competitividad de la industria nacional, especialmente para firmas que dependen de insumos importados o de componentes que provienen de China.
Por su parte, la Secretaría de Economía, encabezada por Marcelo Ebrard, ha defendido la medida, asegurando que no tiene fines geopolíticos, sino estrictamente comerciales y de protección a industrias estratégicas. Además, se ha señalado que el incremento se hará hasta el límite permitido por la OMC para algunas fracciones.
A nivel diplomático, el anuncio ha generado tensión. Funcionarios chinos han advertido que la medida podría perjudicar la relación comercial bilateral. La Jornada Por su parte, México ha expresado que busca diálogo y ha abierto espacios para negociar con representantes del gobierno de Pekín.
El conflicto evidencia un delicado equilibrio para México entre proteger su industria nacional y evitar una escalada en su relación comercial con China. El desenlace dependerá, en buena medida, del papel que juegue el Congreso y la capacidad de negociación entre ambas partes.



















