En la primera quincena de noviembre de 2025, la inflación anual en México alcanzó el 3.61 %, ubicándose por encima de las expectativas del mercado (3.56 %).
La inflación subyacente que excluye alimentos y energía se situó en 4.32 % anual, subiendo respecto al mes previo (4.24 %).
En términos mensuales, la inflación subyacente aumentó aproximadamente 0.4 % en dicho periodo, impulsada parcialmente por la campaña de descuentos El Buen Fin (13 – 17 de noviembre).
¿Por qué importa?
Estos datos muestran que, aunque la inflación general se mantiene en un nivel “moderado”, el componente subyacente que refleja presiones de precios más persistentes en servicios, renta, transporte, etc. no está cediendo. Esto plantea varios riesgos: Podría dificultar que Banco de México (Banxico) recorte tasas de interés con rapidez, aunque la economía esté debilitada.
Si la inflación subyacente no baja, los incrementos de precios pueden trasladarse a largo plazo a contratos, salarios, renta y otros rubros menos volátiles. Para las familias, esto significa que aunque no veamos saltos dramáticos en precios, el coste de vida podría seguir ajustándose al alza de forma sostenida.



















