Durante la cumbre del G20 en Johannesburgo, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, hizo un fuerte llamado a renovar el papel de la Organización Mundial del Comercio (OMC) con una reforma “profunda e integral”.
on der Leyen argumentó que la OMC debe volver a ser el pilar del comercio global. Según ella, el mundo necesita un sistema basado en reglas que permita responder a los desafíos actuales, como la transición energética y digital, y que garantice una competencia justa.
Para llevar a cabo esta reforma, la Comisión Europea propone construir coaliciones internacionales. Parte de su estrategia es dialogar con los 12 países miembros del CPTPP, el acuerdo transpacífico, para impulsar una cooperación estructurada.
Uno de los puntos más críticos es la disputa sobre el sistema de resolución de conflictos de la OMC, que ha estado paralizado desde 2019 debido a la falta de jueces en su Órgano de Apelación. Von der Leyen advirtió sobre un clima de incertidumbre mundial, que ralentiza la inversión, y subrayó la necesidad de una respuesta coordinada desde instituciones como el FMI, el Banco Mundial y la propia OMC.
Además, la Comisión impulsa una expansión de la red comercial europea y menciona posibles acuerdos con regiones como Mercosur, México e Indonesia.
Este planteamiento demuestra que la UE no solo quiere reformar la OMC, sino liderar un proceso ambicioso para modernizar las reglas del comercio mundial y adaptarlas a la economía del siglo XXI.

















