Las autoridades de Hong Kong informaron este domingo que la cifra de fallecidos por el incendio ocurrido en el complejo residencial Wang Fuk Court ascendió a 146 personas.
El siniestro, que comenzó el pasado miércoles y no fue controlado hasta el viernes, arrasó siete de las ocho torres del conjunto habitacional, que alberga cerca de 4 600 residentes.
Además del elevado número de víctimas mortales, se reportan decenas de heridos (algunos en estado crítico) y un centenar de personas permanecen desaparecidas.
La rapidez con la que se propagaron las llamas se atribuye al uso de materiales altamente inflamables en las obras de renovación (incluyendo andamios de bambú y redes plásticas) y al mal funcionamiento de los sistemas de alarma contra incendios.
Ante la gravedad del caso, las autoridades han detenido al menos a 11 personas vinculadas con los trabajos de construcción y ordenaron la suspensión inmediata de decenas de proyectos de obra en la ciudad mientras se realiza una revisión de seguridad.
La tragedia ha generado una ola de conmoción y protestas ciudadanas; cientos de personas han acudido al complejo para dejar flores, velas y notas en memoria de las víctimas, exigien además una investigación exhaustiva y responsabilidades claras.