La cantante exigió que su música no sea asociada con políticas de deportación y denunció que el contenido gubernamental es “malvado e inhumano”.
La artista estadounidense Sabrina Carpenter cuestionó públicamente a la Casa Blanca tras la difusión de un video oficial sobre operativos de detención de migrantes en Estados Unidos que utilizaba como fondo musical su canción Juno. La intérprete, una de las figuras más populares del pop actual, afirmó que no autorizó el uso de su obra y rechazó que esta se emplee para respaldar políticas migratorias que considera contrarias a sus valores.
Un video oficial con imágenes de detenciones
El material audiovisual fue difundido por canales oficiales del gobierno y mostraba redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), en las que agentes detienen a personas en distintos operativos. En el clip se incluyeron escenas de arrestos, persecuciones y personas esposadas.
Además del uso de Juno, el mensaje acompañante hacía alusión directa a una de las frases más conocidas de la canción, lo que generó críticas de usuarios, activistas y especialistas en comunicación política, quienes señalaron que se trivializa una problemática sensible como la migración.
La respuesta de Sabrina Carpenter: “Jamás me involucren en su agenda”
A través de la red social X, Carpenter manifestó su postura con un mensaje breve y contundente:
“Este video es malvado y repugnante. Jamás me involucren a mí o a mi música en beneficio de su inhumana agenda.”
La cantante, de 26 años, subrayó que su obra no debe ser utilizada con fines políticos, particularmente en contenidos relacionados con detenciones o deportaciones. Su posicionamiento provocó amplios comentarios en plataformas digitales y abrió nuevamente el debate sobre el uso de material artístico en mensajes gubernamentales.
Postura de la Casa Blanca
Posterior a la declaración de la artista, una portavoz de la Casa Blanca defendió el contenido del video y aseguró que no se disculparían por exhibir acciones contra personas “acusadas de delitos graves”. La funcionaria criticó a quienes señalan el material como problemático y sostuvo que su objetivo es mostrar operativos dirigidos a individuos con antecedentes criminales.
Sin embargo, organizaciones civiles han insistido en que los operativos migratorios incluyen una amplia variedad de casos, muchos de ellos relacionados con infracciones administrativas y no necesariamente con delitos. La controversia reabrió la discusión en torno a la pertinencia de utilizar lenguaje y representaciones que generalizan a la población migrante.
Un antecedente más en el debate sobre música y propaganda política
El caso de Carpenter se suma a episodios recientes en los que artistas estadounidenses han exigido que sus canciones no sean empleadas en mensajes oficiales o de figuras políticas sin consentimiento previo. Expertos en derechos de autor explican que, aunque los organismos gubernamentales pueden acceder a licencias generales, el uso de música en contextos que alteran la percepción pública del artista puede considerarse una violación a los derechos morales o a la reputación del creador.
Especialistas en comunicación cultural también señalan que la apropiación de elementos de la cultura pop con fines propagandísticos suele generar tensiones éticas, especialmente cuando la obra se vincula a mensajes que pueden afectar a comunidades vulnerables, como la población migrante.
Un choque entre cultura pop, política y derechos creativos
La reacción de Sabrina Carpenter exhibe las crecientes fricciones entre el mundo artístico y el uso gubernamental de expresiones culturales en contenidos de propaganda o comunicación política. El reclamo de la cantante enfatiza la importancia del consentimiento en el uso de obras creativas y abre nuevas preguntas sobre los límites éticos del Estado para emplear música popular en videos de carácter oficial.
La polémica también se inserta en un contexto de disputa pública sobre las políticas migratorias en Estados Unidos, donde la representación mediática de los operativos suele influir en la percepción ciudadana. Para Carpenter, el uso de Juno en este tipo de contenidos no solo altera el sentido original de la obra, sino que la vincula con acciones gubernamentales con las que no desea ser relacionada.
this video is evil and disgusting. Do not ever involve me or my music to benefit your inhumane agenda.
— Sabrina Carpenter (@SabrinaAnnLynn) December 2, 2025



















