Julieta Coria / Grupo Marmor
La próxima semana, los tradicionales camiones iluminados de la Caravana Coca-Cola 2025 recorrerán diversas ciudades del país. Santa Claus, osos polares, renos y figuras gigantes acompañarán el desfile más esperado de la temporada decembrina.
Organizaciones civiles han vuelto a encender la discusión sobre si la Caravana, al emplear personajes altamente atractivos para niñas y niños, viola las leyes mexicanas que prohíben ese tipo de publicidad para bebidas azucaradas.
¿Qué dice la ley?
El Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Publicidad prohíbe que bebidas azucaradas y alimentos con sellos de advertencia usen personajes infantiles, animaciones, celebridades o elementos diseñados para atraer a menores.
La NOM-051 de Etiquetado Frontal impide que estos productos incluyan en empaques o publicidad personajes, caricaturas o elementos interactivos que incentiven el consumo infantil.
Es decir: Si un producto tiene sellos como “Exceso de Azúcares”, no puede anunciarse con Santa Claus, osos polares o figuras animadas.
Y Coca-Cola los tiene.
Las organizaciones advierten que, aunque la Caravana se presenta como un evento “familiar”, sigue siendo una acción publicitaria que expone directamente a menores a una marca vinculada con productos no saludables.
https://www.facebook.com/share/p/1BD2ZJGtQD/¿Qué dice Coca-Cola?
La compañía afirma que cumple con la ley y que la Caravana es un evento cultural, no una campaña dirigida a niñas y niños. Asegura que respeta la NOM-051 y que sus políticas de marketing están alineadas con los estándares regulatorios.
¿Y las autoridades?
Los ayuntamientos que permiten el desfile sostienen que el evento cumple con los permisos locales. Sin embargo, organizaciones como El Poder del Consumidor y la Alianza por la Salud Alimentaria señalan que un permiso municipal no puede contradecir la legislación federal, por lo que ya presentaron denuncias ante COFEPRIS.
Un debate que sigue creciendo
A pesar de las quejas y denuncias, la Caravana Coca-Cola continúa programada con normalidad. Pero el debate está lejos de terminar: ¿se trata de una tradición navideña o de publicidad ilegal encubierta?
Mientras COFEPRIS determina si existe violación normativa, las caravanas seguirán avanzando entre luces, música y miles de familias, mientras al mismo tiempo avanza la controversia sobre su legalidad.