En cada temporada navideña surge la misma duda: ¿Qué árbol es realmente más ecológico? La respuesta es más sencilla de lo que parece.
Los árboles naturales, cultivados especialmente para estas fechas, ayudan a limpiar el aire mientras crecen y además son biodegradables. Cuando se reciclan, regresan a la tierra sin contaminar.
En cambio, los árboles artificiales pueden durar varios años, pero están hechos de plástico y PVC, materiales que generan contaminación al producirse y tardan siglos en desaparecer.
Si tu objetivo es una Navidad más verde, el árbol natural gana… siempre que lo compres de un cultivo local y lo recicles al final.