“Latido cósmico”: 3I/ATLAS emite pulsos cada 16 horas y despierta el asombro de astrónomos

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El cometa interestelar 3I/ATLAS —detectado en julio de 2025— ha sorprendido a la comunidad científica al registrar un patrón de variaciones luminosas regulares: cada 16.16 horas su brillo cambia drásticamente, cosa poco común en cuerpos celestes de su tipo.

Al profundizar en los análisis, los investigadores concluyeron que estas oscilaciones no provienen del núcleo del cometa, sino de la coma —esa nube de gas y polvo que lo rodea—.

El mecanismo detrás del fenómeno: al rotar, el núcleo expone periódicamente zonas cargadas de hielos volátiles al Sol. Cuando esas zonas se calientan, liberan gas y polvo en chorros (jets), lo que provoca un aumento súbito en luminosidad en la coma. Al completarse el giro, el efecto disminuye, generando una especie de “pulso” cósmico que se repite con precisión.

Este descubrimiento no solo convierte al cometa en uno de los más extraños observados, sino que ofrece una oportunidad única para estudiar cómo reaccionan materiales interestelares antiguos a la radiación solar. Científicos señalan que 3I/ATLAS, a pesar de su origen fuera del sistema solar, exhibe un comportamiento comparable al de cometas del sistema solar exterior, aunque con particularidades inusuales.

El interés crece de cara a su máxima cercanía a la Tierra prevista para diciembre de 2025, cuando los observatorios buscarán captar nuevas señales que ayuden a desentrañar su naturaleza real. ¿Un cometa excepcional? ¿Un cuerpo interestelar que desafía lo conocido? 3I/ATLAS ha despertado una mezcla de asombro científico y especulación sobre lo que podría revelar sobre el cosmos.