Redacción / Grupo Marmor
El parlamento de Alemania aprobó una controvertida reforma para reforzar su ejército, con el fin de contrarrestar lo que consideró una creciente amenaza desde Rusia.
La ley impulsa un sistema de reclutamiento voluntario con incentivos económicos como un salario inicial de unos 2 600 euros mensuales para atraer jóvenes al servicio militar.
Si no se llega al número esperado de voluntarios, el Estado se reserva la opción de recurrir a un alistamiento obligatorio mediante un sorteo parlamentario.
Con este plan, Alemania busca aumentar su plantilla de soldados activos hasta 260,000 y sumar al menos 200,000 reservistas antes de 2035.
Además, desde 2026 los jóvenes de 18 años recibirán un cuestionario sobre su disposición a servir; para los hombres será obligatorio responder, mientras que para las mujeres será voluntario.
El Gobierno justificó la medida como una respuesta necesaria ante “el deterioro del entorno de seguridad europeo”, subrayando su compromiso de fortalecer las capacidades defensivas del país en un contexto de alta tensión geopolítica.



























