Los romeritos, uno de los platillos más emblemáticos de la Navidad mexicana, no solo destacan por su sabor, sino también por sus beneficios nutricionales. Este platillo, que combina mole, nopales, papa y camarón, aporta vitaminas, minerales y compuestos bioactivos que protegen la salud.
Consumidos desde la época prehispánica, los romeritos eran conocidos como Iztaquilit o “verdura salada”. Hoy en día, se cultivan en diversas regiones de la Ciudad de México, como Tláhuac, Tulyehualco, Atlapulco y Mixquic, especialmente para las festividades decembrinas y la Cuaresma.
Nutricionalmente, una porción de 120 g contiene solo 26 calorías, casi nada de grasa, 3.5 g de carbohidratos y 2.6 g de proteínas. Además, son ricos en fibra, hierro, potasio y vitaminas A y C, ayudando a la digestión, fortaleciendo la vista, el sistema inmunológico y protegiendo las células del daño oxidativo.
Al combinarse con otros ingredientes tradicionales como nopales y camarón, los romeritos se convierten en un platillo completo y saludable, perfecto para mantener vivas las tradiciones mexicanas y nutrir a toda la familia durante las fiestas.



















